viernes, 9 de mayo de 2014

tan venezolanas...


Como buscando lo que no se le ha perdido. Una señora que vende belleza no tan bella. Disfrazada de marcas y tintes de esos que vende, pero mucho menos glamurosa. Agachada pues, limpiando pies con mechas californianas y celulitis muy poco estética... Busca y sigue buscando, jurungando, con la insistencia de una caza fortuna, para terminar con un cuerito, un pellejito que es como la recompensa del arduo trabajo. Y la jornada tuvo fin, entre conversas banales y llenas de datos sin la mayor importancia, terminando claro esta bellas, vacías y limpias. ¡Sin medio!

lunes, 5 de mayo de 2014

Paralizada

Paralizada, paralizada de ser dos, de un ciclo tan poco saludable, de la siguiente escena ya repetida tantas veces. Esa donde utiliza a su dúo, siendo la culpable de sus pesares, donde roba por sorbitos de egoísmo la vida del otro. Dejándola hacerla feliz, a costa de la felicidad de él, que tan bueno no hace nada… y le sigue dando, como un mártir, como un abusado, que sigue y sigue permitiendo ser abusado bajo la imagen del enamorado. Y ella tan abusadora, se paraliza ante la idea de abusarlo, de ser ella lo que nunca quiso ser, la egoísta, ególatra, abusadora, despilfarradora y contaminante, toxica mujer, que utiliza el ser mujer en contra de todo lo que represente la felicidad y paz interior de él. De nuevo la escena donde no se reconoce, donde no puede acercarse al espejo de su relación, porque resulta tan enemiga, tan la mala de la película, que se hace pesado, inquietante y finalmente paralizante.

La sencillez

La sencillez... 
Las cosas sencillas y no siempre tan simples. 
La luz, dibujando rayos llenos de mas luz 
Una piel desnuda y sencillamente piel, 
con la dulzura y calidez morena
...tan real.