Como buscando lo que no se le ha
perdido. Una señora que vende belleza no tan bella. Disfrazada de marcas y
tintes de esos que vende, pero mucho menos glamurosa. Agachada pues, limpiando
pies con mechas californianas y celulitis muy poco estética... Busca y sigue
buscando, jurungando, con la insistencia de una caza fortuna, para terminar con
un cuerito, un pellejito que es como la recompensa del arduo trabajo. Y la jornada
tuvo fin, entre conversas banales y llenas de datos sin la mayor importancia,
terminando claro esta bellas, vacías y limpias. ¡Sin medio!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario